Los Dolientes de Sión

El sionismo medieval de los judíos caraítas

Por Eliyahu ben Avraham,

El sionismo es fundamentalmente el movimiento que promueve el derecho del pueblo judío de habitar en su tierra ancestral, la misma tierra en la que vivió Avraham, sus hijos, y sus nietos. La promesa de Dios a Avraham era que su descendencia poseería la tierra de Kenaan, y esto fue confirmado a su hijo Itzjak y a su nieto Iaakov, quien después pasó a ser llamado: Israel.^[1] 

La herencia de Israel

El pueblo de Israel tiene un derecho histórico y un derecho bíblico para habitar en la tierra que anteriormente fue ocupada por los kenanitas, porque YHWH lo estableció así, y se lo juró a los patriarcas quedando esto claramente registrado en la Torá, tal como lo podemos leer a continuación:

Dios le dijo a Avram: “porque toda la tierra que tú ves, la daré a ti y a tu simiente para siempre.” (Bereshit/Génesis 13:15; 17:8)

Luego, Dios le confirma a Itzjak: “habita en esta tierra, y yo estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu simiente daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que juré a Avraham tu padre:” (Bereshit/Génesis 26:3)

Después, Dios le confirma lo mismo a Iaakov: “…Yo soy el SEÑOR Dios de Avraham tu padre, y el Dios de Itzjak; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu simiente.” (Bereshit/Génesis 28:13)

Los kenanitas no podían seguir ocupando esas tierras porque la misma tierra vomita a los pueblos cuando son idólatras y cuando practican la inmoralidad, esto lo podemos leer en el siguiente texto de la Torá: “No se contaminen con ninguna de estas cosas, porque por todas estas cosas se han contaminado las naciones que voy a echar de delante de vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó a sus moradores.” (Vaikrá/Levítico 18:24-25)

Entonces, la conducta idolátrica y la conducta inmoral de los pueblos da como resultado que sean vomitados de la tierra, esto se puede entender como un decreto divino, no es que la tierra tenga voluntad propia, sino que es un simbolismo para dar a entender que la conducta de los pueblos determina si tienen derecho a habitar en un territorio o no lo tienen debido a su inmoralidad, recordemos que todo el planeta es de Dios, por lo tanto, toda la humanidad tiene que respetar las leyes y preceptos fundamentales de la vida.

Recordemos el caso de los samaritanos, los cuales son un pueblo originario de Babilonia y sus alrededores (1 Melajim/Reyes 17:24), y como los samaritanos no conocían la Torá, comenzaron a ser atacados por leones (1 Melajim/Reyes 17:25)

Estos textos bíblicos demuestran que en suelo Israelita sólo pueden vivir personas que respetan la Torá, y además de esto, dice en Shemot/Éxodo 23:33: “En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses: porque te será de tropiezo.” 

 Entonces, las Escrituras prohíben explícitamente que aquellas personas que siguen a falsos dioses puedan habitar en la tierra de Israel, porque la tierra de Israel es sagrada, y solamente los israelitas observantes de la Torá, y los extranjeros monoteístas que respetan los mandamientos aplicables al extranjero pueden habitar en este territorio. ^[2] 

El sionismo religioso

Al hablar de sionismo, en términos generales lo podemos definir como: “el movimiento nacional por el regreso del pueblo judío a su patria y la reanudación de la soberanía judía en la Tierra de Israel.” ^[3]

También podemos definir otras corrientes de sionismo, pero la que nos interesa en este momento es el sionismo religioso, el cual se puede definir como: “una fusión de religión judía y nacionalidad, su objetivo es restaurar no sólo la libertad política judía sino también la religión judía a la luz de la Torá y sus mandamientos .” ^[4]

A través de la historia han existido varios líderes judíos con ideas sionistas, por lo general, se dice que estas ideas fueron iniciadas en el siglo XIX por los rabinos Yehudah Alkalai, Zvi Kalischer, entre otros. Sin embargo, muchos historiadores quieren pasar por alto el hecho de que en el siglo X ya hubo un movimiento sionista religioso encabezado por los judíos caraítas.

Los dolientes de Sión

Un dato poco conocido es que muchos judíos caraítas inmigraron en masa a Israel desde el siglo IX al siglo XI, por sugerencia de H’ Daniel Al-Qumisi, como lo menciona el investigador Geoffrey Khan: 

“Una de las figuras formativas del caraísmo primitivo fue Daniel Al-Qumisi. Nativo de Irán, emigró a Palestina^[5] en la segunda mitad del siglo IX. Durante este periodo existían numerosas comunidades caraítas, especialmente en Irán, en sus escritos, Al-Qumisi hizo una llamada a esas comunidades para que siguieran su ejemplo y se establecieran en Palestina. Desde finales del siglo IX hasta el siglo XI, muchos caraítas emigraron allí. Muchos de ellos venían de Irán aunque había también inmigrantes de Egipto, África del Norte e incluso España. Las primeras figuras líderes de este establecimiento, como al-Quimisi, estaban guiadas por la esperanza mesiánica de que la reconstrucción de Jerusalén sería más fácil con la presencia en la ciudad de un circulo de judíos piadosos que se entregasen a la oración y el estudio” ^[6]

Aunque la idea de H’ Daniel Al-Qumisi no perseguía un fin político, más bien su objetivo era reunir a un grupo de judíos caraítas piadosos en Jerusalén que se dedicarán al estudio de la Torá, la oración, el ayuno, la práctica de la justicia y la pureza, y de esta manera conseguir la redención de los judíos y el término del exilio, y estos judíos pasaron a ser conocidos como los Avelei Zion o los Dolientes de Sión.

Los Avelei Zion se reunían en Jerusalén en oración y ayuno implorando el fin del exilio, los dolientes de Sión consideraban al judaísmo caraíta como el camino a la redención, mientras que el judaísmo rabanita significaba prolongar el exilio. ^[7]

Como parte de su doctrina, instaron a los judíos a regresar a las fuentes bíblicas, y a abandonar la Ley Oral, también buscaban que los judíos emigraran hacia Palestina.

“Como dato adicional, Palestina o Siria-Palestina es el nombre con el cual el emperador romano Adriano designó a Judea a partir del año 132 EC ^[8]. Antes de ese año el territorio judío era llamado Judea.”

Los dolientes Caraítas de Sión llamaban despectivamente a los rabanitas como “exiliados”, y a sus líderes los “maestros del exilio”, y creían que los rabanitas pretendían afianzarse en la diáspora, y que la Ley Oral (“la ley del exilio”) fue el medio para lograr esta ambición.” ^[9]

Entonces, podemos ver que los judíos caraítas ya habían iniciado un movimiento sionista religioso en el siglo IX, al hacer estos llamados para la inmigración a la tierra prometida para estudiar y vivir la Torá cada día.

Durante mucho tiempo los resultados fueron muy buenos, sin embargo, debido al auge de las guerras cruzadas impulsadas por la Iglesia Católica, los judíos caraítas que estaban en Jerusalén sufrieron la misma suerte que el resto de los judíos, y muchos de ellos fueron asesinados. ^[10]

Sin embargo, debido a estas constantes persecuciones realizadas por el cristianismo en contra de todos los que no eran cristianos, muchos judíos caraítas decidieron emigrar a países como Rusia, Crimea, Egipto, España, entre otros lugares, permitiendo de esta manera la difusión de sus enseñanzas por diferentes lugares de la tierra.

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